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Lo que nos aleja, nos acerca

  • Foto del escritor: Sara Michelle Delpiano
    Sara Michelle Delpiano
  • 31 may 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 9 jun 2020

La verdad es que se me hace muy raro y duro a la vez, lo de no poder volver a mi hogar en Italia durante no sé cuánto tiempo. No poder ver a mis abuelos mayores que me criaron en la infancia, mis padres que me aman y desde lejos se preocupan por mí y mi hermano que me motiva a salir de Madrid para ir a lugares más seguros, abiertos y en la naturaleza.

Nunca habría podido imaginar que pudiera pasar algo así, a veces me parece un cuento de ciencia ficción y espero que se acabe pronto. Nunca habría pensado que se podía parar mi actividad de emprendedora por un supuesto virus llamado Corona. Y que además tuviera que dejar de ir a lugares poblados con lo social que soy y tener que buscar entre mis contactos  más cercanos, un sitio para poder escaparme en la naturaleza durante ese tiempo en el que se cerrará prácticamente todo.


Hoy estuve leyendo un escrito que me pasó mi abuela de un conocido psicólogo italiano, Fabio Morelli que trata de ver el lado positivo de lo que está ocurriendo en mi país y ahora, aquí. Quería compartir una pequeña parte de su reflexión con vosotros:

“(…) en una dimensión en la que las relaciones interpersonales, la comunicación, la socialización, se realiza en el (no) espacio virtual, de las redes sociales, dándonos la falsa ilusión de cercanía, este virus nos quita la verdadera cercanía, la real: que nadie se toque, se bese, se abrace, todo se debe hacer a distancia, en la frialdad de la ausencia de contacto. ¿Cuánto hemos dado por descontado estos gestos y su significado? (…)”


Siempre he sido muy partidaria del contacto físico entre seres humanos de cualquier raza y sexo, nunca me había planteado cambiar dicha conducta. Y me cuesta aceptar que ahora durante un tiempo habrá que mantenerse a debida distancia. Pensar que no puedo abrazar a mis amigos, a mi familia que está lejos, que no puedo seguir dando mis talleres libremente donde lo que más impacta es la cercanía inmediata entre las personas. Pensar que no puedo acercarme a la gente conocida y desconocida por mi bien y por el bien común, me resulta surrealista.


Si tuviera que destacar algo de este momento, sería que los acontecimientos de la vida ponen en su lugar a cada uno de nosotros y las situaciones difíciles nos muestran la verdadera cara de quien nos rodea.


La vida a veces es tan compleja como sencilla y nos indica claramente la grandeza de ciertas personas que tienen gestos altruistas y de amor a pesar de la distancia. Así que el virus aleja a quien ya estaba lejos, sin embargo acerca a aquellas personas que están unidas de forma sincera, honesta y profunda. Ya no hay espacio para el rencor, solo para nuestro bien y para el de los demás.



Autora: Sara Michelle Delpiano



 
 
 

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